https://www.actasanitaria.com/la-omc-quiere-que-los-medicos-de-la-privada-tambien-sean-autoridad-publica-ante-una-agresion/
Según el Observatorio de Agresiones a Mëdicos de la Organización Médica Colegial (OMC),, que recoge las comunicaciones presentadas por los agredidos ante los 52 colegios de toda España, las agresiones en 2013 disminuyeron en un 15 por ciento, con lo que han quedado en 354 casos; en los cuatro años de existencia del Observatorio, se han registrado 1.714 agresiones.
Los números están muy bien pero la dimensión del problema la dio la doctora Carmen Rodríguez Trujillo, agredida junto a otros sanitarios en una urgencia extrahospitalaria sevillana. La menuda doctora Rodríguez Trujillo, con evidentes síntomas de daño psicológico, aunque han pasado varios meses de la brutal agresión, dijo, con voz entrecortada, “aún no sé por qué nos pegaron y me gustaría preguntárselo a ellos”. Rememora que pasaba consulta un domingo por la tarde y en el momento en que atendía a dos niños, el más pequeño de 3 años, escuchó una escandalera fuera que interpretó como que un pequeño se estaba asfixiando, con lo que preparó a toda prisa unas mascarillas infantiles. Recuerda que invitó a pasar al vociferante grupo y lo siguiente que recuerda fueron “golpes y más golpes a puño cerrado, sin saber por qué”.
Una de las primeras acciones de la doctora fue tratar de preservar al más pequeño de sus pacientes para que no le pegaran, ya que fueron agredidos dos equipos de profesionales del centro de distintas categorías e incluso abrieron las puertas para que los sorprendidos pacientes que llenaban la sala de espera pudieran escapar. Se recuerda en el suelo tratando aturrullada de llamar a la Policía. Una de las veces en que atinó pudo pedir auxilio con un “nos van a matar”.
Carmen Rodríguez Trujillo
La doctora Carmen Rodríguez Trujillo, que tuvo que interrumpir el relato en un par de ocasiones, sólo siguió adelante por la seguridad de que su historia puede ayudar a concienciar a ciudadanos, autoridades sanitarias y legisladores. Pero aseguró que sufrió lesiones en las manos y en las muñecas, así como daños en el hombro. Solo recordó cómo se había contusionado cuando se lo diagnosticaron y vio algunas imágenes de lo sucedido. El caso de Carmen Rodríguez Trujillo no responden a las estadísticas presentadas y que dicen que el 82 por ciento de las agresiones no tienen como resultado lesiones físicas, que se producen en un 18 por ciento.
Aunque según la exposición de Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la OMC, los médicos aguantan bien las agresiones, puesto que en el 91 por ciento de los casos no piden la baja, en el caso de Carmen Rodríguez Trujillo sí que se hizo necesaria. Y aseguró en contestación a una pregunta que se le realizó al final del acto, que se incorporó de nuevo a su consulta “con miedo”.
También se produjeron daños materiales, aunque las cifras del Observatorio dan un 7 por ciento a este tipo de desperfectos materiales, en el presente caso sí que los hubo, puesto que el grupo de energúmenos tiraron teléfonos y cuanto encontraron a su paso.
En el caso de la doctora agredida, el hombre de unos 40 años que se asfixiaba, y que ella creyó que se trataba de un niño, iba acompañado por familiares, cuyo número de agresiones los médicos el Observatorio sitúan en un 25 por ciento. Tampoco responde a las causas por las que se producen las agresiones que según las estadísticas se producen por la no emisión de informes médicos acordes con las exigencias del paciente (11 por ciento) o a la petición de bajas laborales (7 por ciento), puesto que la agresión se produjo sin mediar palabra entre agresores y agredidos.
El presidente de la Organización Médico Colegial, Rodríguez Sendín, rechazó terminantemente la violencia y aseguró que todos trabajaban por llegar a la erradicación de la misma. Prosiguió argumentando que el médico utiliza los recursos de que dispone y es el que tiene que dar la cara ante los pacientes por decisiones tomadas en despachos de políticos o gerentes. Así que anunció cursos de formación para que los médicos respondan adecuadamente ante situaciones complicadas y difíciles.
Dio cuenta de otras actividades como las de estar tratando de concienciar a las autoridades sanitarias para que intervengan y a la judicatura para que no tarde tanto en pronunciarse. El tema, sopesó, es peliagudo porque el médico ha de seguir asistiendo al agresor y a la familia de este, con lo que está obligado a trabajar en un ambiente hostil. Valoró la agilización de la actuación de jueces y fiscales para que impriman rapidez a la respuesta de los tribunales como “algo no logrado del todo”.
Tanto Rodríguez Sendín como Alberto Becerra, coordinador del Observatorio Nacional de Agresiones, y el secretario general de la OMC, Serafín Romero, insistieron en todo momento en la necesidad de equiparar al médico que atiende en el sector público como en el privado. Todos hicieron el mismo razonamiento en diversas ocasiones: ¿por qué un médico por la mañana es una autoridad pública y, por tanto, la agresión al mismo es considerada un delito, mientras que ese mismo médico por la tarde, si es agredido en un centro privado, sólo se considera dicha agresión como una falta? Por tanto abogaron por homogeneizar la respuesta en todos los ámbitos.
Tampoco se mostró satisfecho el presidente de la OMC con la bajada de las agresiones por lo que estimó que aún queda mucho por hacer y “por emprender”. Y el coordinador del Observatorio, José Alberto Becerra, anunció que gracias a los trabajos del Observatorio se había conseguido que, en caso de agresión, se genere un protocolo de seguimiento y una Orden de priorización, por lo que evaluó “que el Observatorio está teniendo sus consecuencias”. Anotó como un gran logro que, al haber conseguido que los médicos sean una autoridad pública, signifique además “la presunción de veracidad en lo que declare”.
La interpretación de los Estadística de agresiones la hizo Serafín Romero, quien recordó el caso de la doctora María Eugenia Moreno, una residente de 34 años asesinada por un paciente cuando trabajaba en un centro de salud murciano. Para Romero, esa fue la espita que motivó el “basta”. Aseguró que los datos obtenidos les permiten afinar en los problemas. Desgranó datos por CCAA (porcentajes), por número de colegiados y también por 100.000 habitantes.
Las 3 CCAA donde se producen mayor número de agresiones son Andalucía (80), Cataluña (50) y Madrid (43). Por el contrario en la que menos, Aragón (1) La Rioja (2) y Navarra (3). Las agresiones solo subieron en 2013 en Castilla la Mancha (17).
Las agresiones no tienen sexo puesto que tanto médicos hombres como mujeres son agredidos en un 50 por ciento.
Las agresiones se producen en el ámbito privado en uno de cada 10 casos mientras que en el sector público en 9 de cada 10 . Y esto no solo se produce porque se da mucha más prestación en la pública sino porque como matizaría Rodríguez Sendín, son en las urgencias-precisamente donde han aumentado las agresiones en los 2 últimos años- es donde la gente llega en situaciones límite. Y por tanto más alterada y con más miedo.
Por edades sí que existen diferencias puesto que los médicos jóvenes, de entre 26 a 35 años son más agredidos que los de más edad. Quizás, valoraba Rodríguez Sendín, porque “con la edad aumenta el respeto”.
El 56 por ciento de las agresiones se produce en la AP y el 27 por ciento en los hospitales. El que el 68 por ciento de las agresiones no provengan de casos de pacientes con patología o toxicomanías, desmiente la creencia que tiende a creer lo contrario.En cuanto a los tribunales, en 4 años los componentes del Observatorio analizaron 109 sentencias, de las que 39 fueron calificadas de delito.
Pero a todo esto. ¿Cómo terminó la historia de la doctora Carmen Rodríguez Trujillo?. Pues atendiendo al señor que no podía respirar, cuya familia la había agredido, hasta que llegó una ambulancia. Después de eso fue cuando tomó conciencia de que le dolía todo el cuerpo.